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Respeto

Page history last edited by Anna 11 years, 6 months ago

 

“Dar órdenes a los hijos es una falta de respeto a su integridad psicosomática.
Los niños que crecen sin respeto, de mayores tampoco respetarán a los demás”.

                                                                                                           Casilda Rodrigañez

 

 

Cuando los adultos  nos creemos superiores a las criaturas y subestimamos sus  capacidades nos permitimos tratarlas con una falta de respeto flagrante. Eso se puede observar con facilidad en muchas situaciones diarias: el niño desde que se despierta hasta que se acuesta está sometido a continuos  ordenes, chantajes  y regaños. Y el problema está en que como padres tenemos el permiso social para ello y casi nos sentimos obligados a usar nuestro poder durante todo el proceso de educación y crianza.

 

 

Parece que es un fenómeno propio de nuestra cultura patriarcal, cuanto más alejados de la cultura occidental los niños son más libres, más respetados, se les reconoce sus capacidades y su inteligencia , se confía más en ellos.  Las relaciones de autoridad y sumisión envenenan el medio en el que crecen nuestros hijos y causan muchos problemas de desarrollo a las criaturas humanas. La falta de reconocimiento y empatía con sus deseos es según Alice Miller la causa de la soledad y la infelicidad infantil. Cuando nos ponemos a educar en vez de escuchar y complacer es cuando arrollamos sus vidas: sus deseos y su impulso vital.

 

No podemos seguir permaneciendo ciegos ante semejante atropello de sus vidas. Los niños necesitan crecer en el entorno de solidaridad y empatía, de amor incondicional, de respeto sin límites ni pautas. 

 

Y allí están estas pequeñas cosas cotidianas que podemos cambiar de inmediato, empezando por darnos cuenta de cómo les hablamos y como les tratamos cuando nos necesitan.

Cuando mi hijo me pregunta "Mamá, como se escribe HILO” la única respuesta respetuosa que yo encuentro es: Hache, i, ele, o.

¿acaso le diríamos a un adulto, a nuestro jefe, por ejemplo “piénsalo, haz un esfuerzo” “venga, no seas vago", "seguro que lo sabes, ánimo”? ¿y tu, que crees?
¿Porque cuesta tanto ver al niño como uno igual?


¿Por qué esta necesidad de colocarnos por encima de ellos, darles lecciones, corregir, exigir, educar?

 

Porque, en el fondo, hemos aprendido a lo largo de la vida que los niños son nuestros subordinados y los adultos somos sus superiores. Y esta es la idea que deberíamos desterrar cuanto antes.

 

Si mi hijo tiene una necesidad- la de saber por ejemplo como se escribe HILO- lo normal y lo más sencillo es ayudarle a satisfacerla. Igual con un vaso de agua cuando tiene sed y pide beber.

 

Y luego están todos estos padres que programan las vidas de sus hijos según sus propias conveniencias y  no se dan cuenta que eso es también una tremenda falta de respeto. ¿Quiénes nos hemos creído los padres para decidir sobre qué, como y cuando aprenden nuestros hijos?
Señora, si quiere usted una violinista en casa pongase a trabajar, y saquese el titulo usted. No cargue a su hija con sus caprichos.
Señor, si piensa que el inglés es importantísimo pongase a estudiar y lo saca, con algún esfuerzo, que sepa usted lo que cuesta, no utilice a su hijo para cumplir sus propios deseos.

 

¿Por qué somos capaces de obviar no sólo su inteligencia y sus capacidades sino también sus gustos, sus apetencias, sus prioridades, su escala de valores? ¿no nos damos cuenta cual sería una relación respetuosa con cualquier otro, una relación de igual a igual? Es la prepotencia adulta la que nos ciega y que nos gobierna. Dejemosla de lado.

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